Fuera de mi ventana sólo veo coches veloces,
motos alocadas
que dejan el tráfico atrás.
He aprendido una pequeña verdad, el mundo te
quiere
rápido para que llegues a tiempo.
Te quiere veloz para recordar sólo el sonido
de tus pasos y es por eso que cuando te recuerda
que no vas a ningún lado es
cuándo...Aceleras.
Esa sensación de adrenalina que hace que te sientas vivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario