La cascada permanente de mujeres asesinadas, sin dejar de lado los casos de violencia a hombres que son menores, nos está dejando al descubierto algunas cosas sobre las que me gustaría reflexionar.
Quizás la prisa, la necesaria prisa, nos está ocultando el verdadero foco de contagio de esta enfermedad. El virus endiablado y mutante que se inocula en muchísimas personas, mayoritariamente hombres, desarrollándose en algunos de forma benigna y en otros de forma irresoluble y brutal, hasta la muerte de todo lo que pilla a su paso, dejando desolación y dolor en su entorno.
Quién no sabe un chiste en el que lo protagonista es la idea despectiva de la mujer, su permanente histeria, su facilidad para bajarse las bragas o su afición al ‘puterío’. Todo esto, con la mayor naturalidad; incluso lo contamos delante de las mujeres y ellas, por deseo de agradar o llevadas por la corriente, son las primeras en corresponder con la carcajada o una sonrisa cosa que no debería de ser así.Por eso deberíamos reflexionar todos y todas, no sólo yo, en que esto no es cosa ni de uno ni de dos si no de TODOS. ¿Por qué en vez de volvernos locos con la violencia, no nos volvemos locos de amor? ¿Por qué no hay un mundo en paz e igualdad? Juntos si se pude mejorar el mierda de mundo en el que vivimos..porque si duele no es amor.
Lucha contra la Violencia de Género.
