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miércoles, 9 de noviembre de 2016

Los días sin ti.

Es difícil explicar lo que se siente cuando la persona con la que compartías tu día a día ya no está. Las mañanas se hacían más amenas, con esos buenos días que sólo tú me decías, con ese tono que tanto me gusta con ese amor que le ponías. Las horas de trabajo querían que se pasaran rápidas para así poder llegar a casa y estar contigo. Ahora no, las mañanas me las paso mirando el techo sabiendo que me tengo que levantar, las horas de trabajo se pasan lentas como un reloj de arena.

Las tardes me las paso con una sensación extraña, como si no supiese que hacer en todo el día, y si, no tengo ni puta idea de lo que hacer. Ando como un alma vagabunda desde que te fuiste, porque nada sin ti es lo mismo, porque el vacío que siento no es normal, y me da miedo porque nunca sentí esto antes. Y sin mencionar las noches como un loco hablando antes de intentar dormir y cerrar los ojos hablando solo como si te tuviese al otro lado de la cama, susurrando todas esas cosas que te decía antes de irnos a dormir "ven chiquitita”, “Acurruca”, y mil cosas más entre lágrimas hasta que pierdo el conocimiento cuando mis cuerpo ya no puede más con el cansancio y el dolor.

Así es el día a día de una persona que se enamora con el corazón abierto, de una persona que no ha sentido ni va a sentir nada parecido por nadie. Es imposible, porque las personas únicas como tú solo se conocen una vez en la vida.

Es imposible de explicar lo que siente una persona encerrada en su casa pensando 24 horas del día, sin ganas de nada, mirando tus fotos y viendo que estás bien, que avanzas allí donde estés, yo te lo dije y no me equivoqué "todo va a salir bien" y así ha sido.

Cuando una persona llega al límite de sus energías, de su agobio personal, de sentir que ya no puede más se replantea muchas cosas, pero estoy tan muerto como persona que ni siento eso. Desahogo. Eso sí. Desahogarme es mi particular manía. ¿Cómo? Ya tú lo sabes. No tengo más fuerzas ni para escribir porque las lágrimas y mi estado me lo impiden.

Un alma en pena y un corazón vivo por lo que siente por ti. Así es como me siento. Si el destino y yo mismo nos tiene que dar una oportunidad que sea ya, porque no aguanto más.

PD: Esa sonrisa que nunca te falte porque me alegra la puta vida.







       Estoy sentado en silencio pensándote a gritos. S'